¿Puede el enamorado diferenciar caer de
volar?
Un enamorado se eleva, se eleva con su
enamorada.
Se eleva porque ella lo ama, porque ella
lo necesita.
Un enamorado le escucha, le pone atención
y siente interés por sus historias.
Pero ¿qué pasa cuando todo lo ha contado?
¿Puede el enamorado diferenciar entre
algo nuevo y algo olvidado?
Tal vez el enamorado olvida a propósito,
olvida para volver a escuchar.
Para no tener que perdonar.
¿En qué momento comienza a ser caer y
deja de ser volar?
¿Cómo puede el enamorado darse cuenta?
Él, con sus ojos cerrados solo siente el
viento en su cara.
Solamente siente las manos de su amada
apretando con firmeza.
El enamorado cree que el miedo de ella,
el miedo que le hace apretar con fuerza.
No es más que decisión, que certeza.
Él confía en ella mientras ella busca la
fuerza para poder soltarse.
Él se comienza a dar cuenta, y quiere
soltarla, dejarla ser feliz.
Pero él sabe que si la suelta, uno cae y
otro vuela.
Uno se estrella contra el suelo, otro
muere solo en el aire.
Por ella es más fácil olvidar. Olvidar lo
que hace, olvidar lo que dice.
Escuchar todo por primera vez, una y otra
vez.
Sufrir por las ofensas frescas, siempre
sintiendo la primera herida.
Decirle que si juntos se elevan nada va a
suceder.
Sabiendo que juntos caen más rápido desde
el momento en el que se dejaron de amar.