jueves, 16 de junio de 2011

La vida en prosa


Es un juego, un juego impedido por reglas divinas para quien las creo.
Es un sueño, un sueño frustrado por miedos e ideas con explicaciones tan claras como su origen.
Es la sonrisa, la sonrisa que calla su mente y miente a tus ojos por motivos banales.
Es el canto, el canto de quienes vivieron antes y nunca podrán descansar.

Un beso, un beso no dado, una mirada perversa un apretón de manos.
Una búsqueda de frio en el desierto y calor en la tundra, de realidad en los sueños y fantasía en la vida.
Giros sin control, peatones que vuelan, dados que ruedan, saltadores que caen, cebollas que se cortan.
Azar sujeto con quien cree en el, destino impreciso y religiones idénticas en su odio frente a otras.

Es un vaso de Sprite a medio tomar, y una botella sin abrir, la ceniza de un habano y la luz de una vela.
Es la alegría causada por extraños, y la cólera por cortesía de quien pudiste conocer.
Es el juego de palabras usado para conquistar a una mujer, es el efecto inesperado en tu víctima.
Es el beso que al final se da y la satisfacción que hala a la ambición por detrás.

El reloj suena, los pájaros compiten contra la melodía urbana, los perros ladran y los ricos lloran.
Te limpias la cara, te lavas las manos, comes pan y tomas café, negro porque te gusta el sabor.
Te sientas y comienzas a pensar, ¿porque la miseria es tan bella? decides sonreír y juegas con tu pelo.
Bebes tu café y cuestionas tu motivo de estar aquí, toses y ya te distrajiste, al distraerte olvidas tu análisis.

El día vuelve a comenzar, las sorpresas te esperan, repites el hermosamente miserable patrón.

Gracias.

1 comentario:

  1. Juan este me encantó!!! es cierto el patrón es hermosamente miserable, no hay mejor descripción. Me gusta leerte, me gusta....

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