domingo, 31 de marzo de 2013

Gracias por el fuego

Lo que pasa es que eran fuego.
Los días eran cálidos, el agua siempre estaba tibia. 
El aire siempre olía a seco, pero en la noche nadie sentía miedo.
Todo esto nada más por un poco de fuego.
Lo que pasa es que tus cabellos eran fuego.

Nunca le he temido al fuego; siempre le he tenido respeto.
A lo largo de mi vida al fuego lo he estudiado. Lo he observado, lo he tocado.
A veces me he quemado, a veces se me ha apagado.
Yo creía que yo ya entendía al fuego.
Te imaginaras mi sorpresa cuando descubrí que se podía disfrazar de cabellos.

Al principio no me di cuenta, ni siquiera tuve sospechas.
Sí. lo olí, lo observé, lo sentí. Pero no se sentía como fuego.
Pero esto no es digno de sorpresa. Si el fuego se tomó el tiempo de disfrazarse.
¿Por qué usaría un disfraz fácil de descifrar?
No, tu cabello podía parecer mucho, pero nunca asemejó al fuego.

¿Cómo sé que tus cabellos eran fuego?
Si no fue por su forma, si no fue por su movimiento.
La verdad las pistas no se encontraban en los rojos cabellos.
Se encontraban en los ojos que cambiaban de color.
Unos ojos llenos de luz, unos ojos cálidos, unos ojos peligrosos.
Unos ojos que decían, no me toques que quemo.
La clave estaba en la luz. En el brillo.
Tal brillo tan apasionante no podía venir de algo que no fuera el fuego.

Pero, ¿qué causa que alguien termine con una cabeza llena de fuego?
Tal vez un beso del mismo, tal vez un sueño apasionado, tal vez un pasado no muy ameno.
O es posible acaso, que nada cause que alguien termine con fuego.
¿Es posible acaso que el fuego nazca de seres con rojos cabellos?

Hasta hoy, no recuerdo nunca haber agradecido a alguien por el fuego.
Suena ridículo, ¿no? Agradecerle a alguien por esto.
Pero hay personas, en mi caso, una persona con cabellos que en realidad son de fuego.
Que logran que uno quiera agradecerles por todo, agradecerles el mundo entero.
Así que no necesito saberlo, no me confirmen, no me busquen consuelo.
A ti te atribuyo y te agradezco.
Que en mi vida haya existido fuego. 

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