No se que pensar, olvide la definición de realidad, esto me hace feliz.
Hoy por unos minutos consideré que hace unos meses, una de mis manos fue una pata de perro. Y eso estaba bien, ¿porque no tener una pata de perro? millones de perros tienen cuatro y parecen estar contentos. Yo podría tener una pata de perro.
Pero ahorita no la tengo, ahorita tengo manos, y con ellas escribo lo que pienso. Porque pienso en escribir y en escribir como una disciplina, una disciplina que se parece al amar. Ya que el escribir tiene que ser hermoso, tener un poco de drama y una estructura. Aunque no podemos olvidar que también tiene que ser espontáneo y si tiene sentimiento puros mucha gente lo recordara y podría a muchos llegar a inspirar. Escribir es como amar, y es lindo amar tanto que lo tengas que escribir, o escribir algo tan hermoso que haga a otros amar. Yo creo que se complementan porque al final son mitades de una misma realidad. Me gusta escribir , me gusta amar. ¿Me pregunto si lo podría hacer con una pata de perro?
Siempre son curiosas las conversaciones que tengo cuando decido ponerme a escribir, es como si la gente entendiera que enfoco mi interés en algo mas y esto de alguna manera hace que una mujer que normalmente habla conmigo acerca de vida social me haga cuestionar la posibilidad de conocer al genio argentino muerto ya hace décadas. ¿Será que él se cuestiono acerca de tener una pata de perro? no se, no creo. Pero si algún día lo llego a conocer, si el como dice la competidora de mi atención llega a revivir, solo una cosa es segura. Le preguntare si el podría tener una pata de perro.
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