domingo, 25 de septiembre de 2011

Los árboles tienen ojos

Estoy en el jardín donde no mentiré se me puede encontrar a casi cualquier hora del día, me gusta estar en este jardín, el sol me calienta y si tengo suerte uno que otro pájaro decide descansar sobre mi.
 La familia sale al jardín, padre y madre tomando café, una niña con cepillo en mano y un niño con lagrimas en los ojos. Se paran, ven al jardín y a mi en el. Supongo que es muy común verme aquí ya que realmente nadie toma un segundo en reconocer mi presencia, recuerdo que cuando la familia recién se mudaba al verme en el jardín todos los ojos reposaban en mi, pero ya no mas, ahora parece soy parte del jardín.

El cielo se oscurece y caen las primeras gotas de lluvia sobre mi, la familia rápidamente lo nota y entran a la casa, como es costumbre nadie me pregunta si me gustaría entrar. No le doy tanta importancia a esto ya que lo mas probable esque mi respuesta seria un sereno "no", me gusta estar en el jardín mientras llueve, lo encuentro muy refrescante. Aun así me gustaría simplemente sentir que me notan y que les preocupa verme mojado, pero no es tan grave, hay iguales a mi que les toca peor.

Este pensamiento me entristece un poco, hay muchos como yo solos en el bosque, sin una familia que ver, muchos como yo que mueren mutilados al punto que no pueden ser reconocidos, y según entiendo esto pasa a diario, somos millones como yo, pero yo tuve la fortuna de estar aquí, de tener mi vida y poder descansar en este jardín, sintiendo lluvia, sol, viento y paz.
Lo pienso y llego a la conclusión, habiendo de los míos, en bosque, montañas, tundras, y en lugares menos favorecedores, no esta nada mal ser un árbol de jardín.

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