En el comienzo habían solo dos clases de personas, quienes observaban y aquellos que eran observados, los observados tenían hermosos ojos color humo, pero estos no servían para ver. Los que miraban tenían grandes ojos negros, astutos y siempre atentos, pero la garganta de estas personas no lograban emitir ningún sonido. Las personas de ojos color humo les gustaba soñar e imaginarse todo lo que los rodeaba para después contar historias acerca de sus sueños. Sueños que se perdían en la memoria de los ojos claros con el pasar de los días.
Los ojos negros eran apasionados por investigar todo lo que tenían a su alrededor. Como los ojos negros no podían hablar, ellos escribían todo lo que descubrían así sus semejantes lo podrían leer. Los humanos de mirada oscura eran muy inteligentes pero se limitaban a la realidad, siempre investigando y analizando sin poder soñar. Los ojos claros no podían medir el tiempo así que se basaban en cuantos respiros daban para saber que tanto tiempo había transcurrido. Los ojos oscuros tenían la oportunidad de ver el sol tanto como la luna por lo que podían medir el tiempo por días que dividían en horas.
Los ojos de color humo no sabían de la existencia de aquellos con mas color, pero los ojos ónix conocían a sus compañeros de mundo y los estudiaban a diario. No tomo mucho tiempo para que un joven de ojos oscuros se diera cuenta que los ojos claros vivían mas tiempo y como buen portador de sus ojos sintió una enorme curiosidad. Se acerco lentamente hacia un grupo de ojos claros, él sabia que estos no podían ver pero se sorprendió al oírlos hablar. El joven de ojos oscuros se sentó sobre una gruesa raíz de nogal y saco sus elementos de escritura esperando escribir información acerca de la raza de ojos claros.
Los portadores de humo en sus ojos permanecieron unos minutos en silencio. El silencio fue interrumpido cuando una joven se levanto y comenzó a contar con una suave voz una historia. La historia hablaba de cómo el calor y el frio eran dos hermanos a quienes les gustaba apostar, y después de una de sus apuestas se decidió que el frio tendría que trabajar mas tiempo que el calor y que por eso ellos sentían mas respiraciones frías que cálidas. La joven sonrió y se sentó de nuevo.
Él portador de ojos oscuros, quien silenciosamente escribió la historia de la joven en donde planeaba escribir los datos de los ojos claros leyó la historia de nuevo.
¿De donde sale esta información? Se pregunto a si mismo, el nunca había visto a los dos hermanos, solo al sol y a la luna, pero de alguna manera el texto lo hacia sentir tranquilo, lo hacia sentir feliz.
Los ojos claros siguieron contando sus sueños y el joven de ojos oscuros los siguió escribiendo hasta que se le agoto el espacio. Corrió devuelta hacia un grupo de ojos oscuros que lo miraron con curiosidad, tomaron sus nuevos escritos y en su miraba el joven pudo ver la misma curiosidad y alegría que el sintió al escuchar las historias de las voces de los ojos claros.
Con el tiempo los ojos oscuros comenzaron a sentir adoración por el joven y sus increíbles historias. Cada día esperaban leer mas y de alguna manera que ellos no podían intentar imaginar el joven conseguía traerles historias frescas e interesantes.
Una tarde el joven estaba tomando las historias de el mismo grupo de ojos claros que lo habían entretenido el primer día y que no habían fallado en proporcionar historias desde ese momento. De repente la joven de ojos claros se puso de pie y dijo que quería escuchar las historias de aquel quien no hablaba. El joven no dijo nada pero todos voltearon la mirada en su dirección. Él no entendía como sabían de su localización, era un hecho que los ojos claros no podían ver. El joven sintió miedo y comenzó a respirar fuertemente, no todas las historias de los ojos claros eran bonitas y él temía cuantas de las historias desagradables podrían llegar a ser llevadas a la realidad.
Tu respiración es de temor, dijo la joven, acércate a mí. El joven obedeció y la muchacha de ojos humo le tomo la cara con ambas manos, examinando cada parte de esta. Tu boca esta mas fría que la nuestra, dijo la joven pero tus ojos poseen mucho mas calor, ¿será posible que puedas ver pero no hablar? El joven asintió con la cabeza y la examinadora pareció darse cuenta. Dinos ahora persona que ve pero no habla, ¿es el mundo tan hermoso como lo imaginamos? El joven no sabia que responder. El mundo si era hermoso, pero no tanto como ellos lo lograban describir en sus cuentos. Al final decidió asentir.
El tiempo siguió pasando y el joven de los ojos oscuros se amisto con aquella de ojos claros, ella le contaba cuentos y el con su cabeza respondía preguntas que ella le hacia de vez en cuando. Un día la joven le pregunto si existían mas como él, y él asintió. La joven pidió que reuniera su grupo con el de ella y el acepto temeroso.
No tardo mucho tiempo en darse cuenta que sus temores eran infundados, los ojos claros y los ojos oscuros se llevaban muy bien entre ellos. El joven perdió su importancia frente a los ojos oscuros puesto que ya todos tenían soñadores de ojos claros cerca quienes podían contar cuentos en cada momento, pero esto no le importo. Estaba enamorado de la joven y de sus sueños.
Pasaron los años y parecía que para cada portador de ojos oscuros había un portador de ojos claros para amar. El amor sorprendió al principio tanto a los investigadores como a los soñadores, al igual que los besos y la intimidad.
Eran cosas tan especiales que los ojos claros nunca habían soñado y los ojos oscuros no podían analizar. El joven y la joven ya habían crecido y experimentado las magias del amor entre ellos.
Un día el ya hombre de ojos oscuros se sorprendió al notar que su compañera de ojos claros tenia una barriga creciente. Él la toco y la mujer de ojos claros sonrío. Creo que alguien vive allí adentro, le dijo mientras buscaba su cara para poder besarla. El hombre había aprendido a no cuestionar todo lo que su mujer decía pues a veces tenia razón y otras eran solo sueños que valían la pena ser escuchadas. Meses después el hombre pudo darse cuenta que la afirmación de su mujer era tanto un sueño como una realidad pues de ella salió una pequeña criatura parecida a ellos dos, pero con una diferencia fácil de ver.
Los ojos de la criatura no eran ni negros ni color humo, tenían el color de la miel y de la madera. Él hombre lo vio y noto que los ojos de color madera devolvieron la mirada. Sintió emoción al darse cuenta que el pequeño tenia su vista aunque sintió tristeza al pensar que nunca podría soñar como lo hacia su mamá. De repente el hombre y la mujer fueron sorprendidos por un grito que salía de la boca del pequeño. No solo tiene ojos tan claros como oscuros, pensó el hombre. Puede ver tanto como hablar. El grito atrajo la atención de todos los ojos claros y oscuros. Los ojos oscuros miraban los ojos del niño maravillados mientras sus parejas les hacían preguntas que ellos respondían con movimientos de cabeza. Podrá leer las historias para que todos las oigamos en cualquier momento, grito una mujer de ojos claros y todos sonrieron ante la idea. El hombre tomo a su hijo y abrazo a su mujer. Entendió que si era posible ver la realidad y a la misma vez soñar, y algo le decía que su hijo lo haría desde ese momento hasta que su vida llegue a su final
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